
Volveré a abrir mi balcón por encima de las nubes
y haré llover mariposas azules sobre la yema de tus dedos.
Volverá mi aliento
bajo caricias de hierbabuena y candela de brasero
a ser ángel de la guarda.
Volveré a resucitar palabras desconocidas
que se derramen por nuestro pecho
y besen el aire en forma de sal,
de agua de pozo,
de sonidos de fuente y alberca...
Mis manos lo saben,
tu cuerpo estará cubierto de aceite desde los labios
hasta la parcela de piel suave que te cubre los muslos,
el sur te abrazará y hundirá sus raíces en tu vientre.
Al dormir te taparé con el manto verde de los ojos de María,
y sentirás que te emborrachan las alamedas y el fondo del río,
te devolveré al despertar
como recuerdos y sabores dulces de boca
la voz de tu madre y de tu hermana pequeña.
Juntos dibujaremos el mapa de nuestros sueños;
juntos construiremos una barca con vainilla, miel y canela
y navegaremos por un mar de cal hacia el horizonte abierto,
hacia el grito de la sangre y del alba
que nos ayudará a parirnos con brotes nuevos.
Hablaremos con las piedras y nos contestarán,
nos disfrazaremos de caballero andante
y los niños acercarán el rostro para entregarnos su risa,
podremos zambullirnos en el cielo de la tarde
y nos llevará a nadar sobre torres, plazas y barrios...
Volveré a abrir mi balcón por encima de las nubes
y las mariposas más azules de esta tierra
se posarán sobre tus brazos abiertos,
el polvo de sus alas te hará hermoso,
te devolverá el coraje de ser libre
para escribir tu nombre en la frente de cualquier criatura
que quiera aprender a vivir a tu lado.
1 pensamiento:
que esa libertad llegue pronto
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