
Cántame la canción que nos libere
y cuéntame un cuento.
Uno, donde nadie se acomode
donde el amor llegue lento
detrás del respeto.
Pasos, que acaricien la alegría
de alcanzarte
Que suave, se apoderen de la risa,
de la melodía de ser libres y completos.
Tú, me contaste uno antiguo,
rancio y verde...
La condena que enloquece a Cenicienta.
¿Dónde están las perdices
que no quiere la princesa?
Yo no quiero un príncipe encantado
quiero, encantarme con el príncipe.
Me voy de este cuento...
Hay un tren a las diez.
Dedico este poema a mi admirada amiga la poeta Eva Márquez, y a un ser al que ella quiere mucho. Siempre adelante.
y cuéntame un cuento.
Uno, donde nadie se acomode
donde el amor llegue lento
detrás del respeto.
Pasos, que acaricien la alegría
de alcanzarte
Que suave, se apoderen de la risa,
de la melodía de ser libres y completos.
Tú, me contaste uno antiguo,
rancio y verde...
La condena que enloquece a Cenicienta.
¿Dónde están las perdices
que no quiere la princesa?
Yo no quiero un príncipe encantado
quiero, encantarme con el príncipe.
Me voy de este cuento...
Hay un tren a las diez.
Dedico este poema a mi admirada amiga la poeta Eva Márquez, y a un ser al que ella quiere mucho. Siempre adelante.
3 pensamientos:
reencontrémonos en el cuento, mi abrazo para ti y para eva
Mi tren sale a las 11 de la noche...
un beso
Gracias AMIGA, con letras mayúsculas, precioso y conmovedor poema, me llegan tus palabras en uno de esos momentos rancios de la vida en que una odia haber nacido nujer, pero palabras de apoyo como las tuyas, me reconfortan y me animan a no perder la confianza en el ser humano, venga de donde venga su procedencia y su sexo, Gracias sinceras y muy emotivas, mis lágrimas son de amor de amistad que me llega y me sostiene. Un besazo a los tres, amigos puros y sinceros donde lo haya. Eva
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