Destino

Paseaba por mis recuerdos más inmediatos, intentando encontrar cuando fue la última vez que compartí con alguien esos momentos denominados placenteros, felices......
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Y la tristeza se apoderó de mi.... ¿Tanto? pensé. ¿Cómo es posible?.....
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Las obligaciones diarias consumieron todo mi tiempo, dejando para mí, la nada.
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De que sirve tanto esfuerzo y energía invertida en conseguir objetivos para obtener ese tan apreciado bienestar, cuándo en él no está incluido el "Yo".
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El abandono mostrado hacia mi persona, la riqueza perdida del compartir, me produjo un enorme malestar. ¿Hacia dónde me dirijo?.
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La sensación de perdida de tiempo oscureció mis pensamientos y el sin sentido hizo brotar de mi interior una agria lágrima.