desde la mañana
cuando los ojos despiertan
revelándose contra la
realidad
ayunar a la posteridad
de las cartas sin remitente
y sin respuestas
a las palabras sobre las paredes
ayunar los muros y contra ellos
ayunar por los soles
y los rayos de luz de las cocinas
ayunar a los fogones
de las huelgas
ayunar por los amores
encontrados
por los encuentros
ayunar por ellos después de
treinta años y seguir ayunando
ayunar por las palabras
que no te digo
ayunar por otra tierra
y seguir ayunando
que la piel se pegue a los huesos
sin comida y sin plato
y seguir ayunando
hasta que los músculos
despierten y escriban palabras en un papel
Clarisa Vitantonio
Un día final
-
Por el piso sus cartas desleídas.
Y unas alas de seda bajo el vidrio
dejan oír en lejana suspicacia
“The Girl Is Mine”
y un Michael aún negro
...
Hace 1 semana
1 pensamiento:
El ayuno, siempre lleva implicado sacrifico.
besos
Nela
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