Rictus amargo
La pavesa del tabaco
-única llama de la mañana-
eleva el humo
de la melancolía.
Llueve fuera del bar
y dentro de la mirada.
Los cristales
cortan, trémulos,
el azul eléctrico
del viento en su agonía.
Desahuciado el cenicero,
la ceniza se deposita
en la herida de tu ausencia.
La pavesa, desatenta,
quema, en un lento
crepitar de desafío,
el rictus amargo de la boca.
Salgo, y no te quedas dentro,..
..tampoco estas fuera,..
La pavesa del tabaco
-única llama de la mañana-
eleva el humo
de la melancolía.
Llueve fuera del bar
y dentro de la mirada.
Los cristales
cortan, trémulos,
el azul eléctrico
del viento en su agonía.
Desahuciado el cenicero,
la ceniza se deposita
en la herida de tu ausencia.
La pavesa, desatenta,
quema, en un lento
crepitar de desafío,
el rictus amargo de la boca.
Salgo, y no te quedas dentro,..
..tampoco estas fuera,..
Sin pensamientos, agrega el tuyo
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