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Sobre mi, a modo de ojo en el tiempo se muestra un cielo hoy desafiante.
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Me tumbé entre gigantes observando inquieto, el movimiento de las nubes en lo alto.
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¿Será el presagio de cambio en mi destino?.
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Aléjate de mí ¡grité! inquieto, ante la ansiedad que produce lo desconocido sin darme cuenta que era tarde, muy tarde ya en el tiempo.
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La poca luz que penetraba por el ínfimo ojo del cielo hablaba sin duda del no retorno.
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Dejé entonces marchar mi pasado al lugar que pertenecía, la historia de mi vida.
Sin pensamientos, agrega el tuyo
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