Será que nuestras añiles primaveras
son más despiadadas que nuestros inviernos,
será que nuestras nubes arteras
arden más allá en el cielo, que en el mismo infierno.
Será que las dudas son brisas pasajeras,
heladas y oscuras callejuelas
de taconeos repetitivos e infinitos
o acidas lágrimas en falsos espejismos.
Será que la vida lentamente se calcina
cual árbol azotado por el rayo de la mentira,
será que la firmeza de los pasos
es borrada por la fuerza de los vientos.
Será que nuestras almas diáfanas
ya no sienten las balas de la ruleta
y que sus heridas incruentas
son altares a caricias huérfanas.
Será que el tiempo inmutable y preciso
es sólo una irresponsabilidad del calendario,
o será que nuestro Dios lejano y enfermizo
se cansó de cobrarnos sus honorarios.
1 pensamiento:
ha de ser, eso y mucho más
volemos
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