Abrázame con fuerza, mi amor, que necesito
sentir la inmensidad de ese cariño
que sé que tienes ahí guardado, dentro,
para librarme de este desaliento
que me está deshaciendo las entrañas.
Abraza mi tristeza, que mi cuerpo
se está muriendo de nostalgia honda
del tacto suave, cálido, amoroso
de tu piel salvadora, mi princesa.
Dame el abrazo que mi alma añora
y que sueña una noche y otra noche.
Ven, abraza mis sueños, mi tristeza,
mi piel, mi desazón y mi deseo.
Abraza mi alma que te necesita,
toma en tus brazos mi desdicha y logra
desterrar mi tristeza y mi añoranza
con un abrazo interminable y tierno.
V. K.
Publicado por primera vez en "Crónica del Viento" el 24 de febrero de 2008
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sentir la inmensidad de ese cariño
que sé que tienes ahí guardado, dentro,
para librarme de este desaliento
que me está deshaciendo las entrañas.
Abraza mi tristeza, que mi cuerpo
se está muriendo de nostalgia honda
del tacto suave, cálido, amoroso
de tu piel salvadora, mi princesa.
Dame el abrazo que mi alma añora
y que sueña una noche y otra noche.
Ven, abraza mis sueños, mi tristeza,
mi piel, mi desazón y mi deseo.
Abraza mi alma que te necesita,
toma en tus brazos mi desdicha y logra
desterrar mi tristeza y mi añoranza
con un abrazo interminable y tierno.
V. K.
Publicado por primera vez en "Crónica del Viento" el 24 de febrero de 2008
Aprenderé el camino de memoria,
cada brizna de hierba, cada grano
de arena que me lleve hasta ese gozo
de perderme en tus muslos, en tus brazos.
Frotaré con mi piel tu piel morena
desde arriba hasta abajo, deteniendo
tus suspiros inquietos al llegar
al triángulo gozoso de tu cueva
ardiente y húmeda, de verticales labios
que esconde tu tesoro más preciado.
Mi lengua será complice del grito
ahogado de tu cuerpo al recorrerte
el vientre, el cuello, los muslos y los labios
y morderé tu mente con mis dientes
y tocaré el desnudo de tu cuerpo
con mis manos inquietas
hasta saciar la fuente de tu gozo
perdido entre tus sábanas.
V. K.