Quiero lanzarme al viento, abrir mis alas
y navegar en brazos del deseo,
dejarme acariciar por los alisios
y llegar a tus brazos, dulce amiga.
Siento el impulso ardiente de la carne
latiendo, firme, tenso, bajo el vientre
y adivino el deseo en tus pupilas
cuando cierro los ojos y me dejo
llevar, flotar, volar, ligero, ingrávido
impulsado tan sólo por el viento
de la pasión ardiente que tus labios
atesoran intacta para mí. Despacio,
el tiempo suspendido en el deseo,
con los ojos cerrados y en silencio,
el viento de la noche me transporta
a tu lecho revuelto y perfumado
por la humedad de tu deseo intenso.
Yo me dejo arrastrar sin resistencia,
sin miedo y olvidado ya del mundo
a la oscura caverna de tu sexo
y me entrego al placer sin una duda
consciente de que el tacto de tu piel
es para mí ahora mismo
la única esperanza que me queda
de sentirme vivir, de ser real
y salir de la rueda interminable
de mi cansada y sórdida existencia.
6 pensamientos:
Pero qué bonito...
Muchos besitos.
Ana... me alegro de que te guste, amiga. Un beso,
V.
Intenso, muy sensual y elegante.- Me gusta cómo en brazos del viento, del deseo, llegas a esa unión con la realidad de tu existencia.-
Saludos Alicia
El viento al final es la vida que nos trae y nos lleva. Gracias, Ali. Un beso,
V.
Muy bonito, Poeta...Abri un blog aqui mismo...
Me alegro mucho de que te guste, Sylvia. Besos y bienvenida,
V.
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