Rara vez,
cada vez,
toda vez,
muestras de un tenue atardecer,
manchas borradas al hacer...
mentiras,
palabras mentidas,
cada vez,
toda vez,
no rara vez.
Un día final
-
Por el piso sus cartas desleídas.
Y unas alas de seda bajo el vidrio
dejan oír en lejana suspicacia
“The Girl Is Mine”
y un Michael aún negro
...
Hace 6 días
2 pensamientos:
Es un manifiesto letal, se debe leer muy lentamente para poder apreciar que intrínseco en él está la sentencia dura de un ser que no otorga más que nebulosas y desaciertos.
Interesante forma lírica.
Me encantó, pocas pero exactas palabas. Muy bueno.
Cariños!
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