El Abuelo.

Callaron la guitarra, estaba enferma, se notaba a leguas, pedía a gritos la quema, su música vibraba en nuestros corazones, tal y como su recuerdo hoy evoca emociones, del interior brotaba comején, no la dejo sonar más, sus ultimas notas eran divagaciones, sin armonía, lo único que dejaban claro era que se alejaba, con cada nota un paralelo mas, cada vez un paso más a formar parte de lo que siempre fue, en el mango ya no reconocía nuestra manos, nos trataba como extraños, al frotar sus cuerdas nos pedía alejarnos. Maldita sea, cayo, se callo, con ella muchos que aprendieron de sus cuentos; con ella, su voz; con ella, su amor; con ella su calor; la comisura caída mientras moldeaba la tristeza a su forma, lo ultimo que canto nos pedía liberarla, que ese día se llorara si se quería, que se gritara, que se reclamara, preferiría sonrisas pero era mucho pedir, era su buen momento, pero que la promesa sea; al día siguiente su libertad, la paz que siempre quiso.
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1 pensamiento:

Ío dijo...

Eso deseamos todos.
Me gustó mucho, Mustio, gracias
Un beso

Ío

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