Muchas veces pienso
que ya no tienes alas,
Aquellas que tenías
cuando te conocí,
porque las perdiste tratando
de huir de mí.
Y enredándote en tus miedos
y en los míos,
fuiste dejando plumas
a la orilla del camino…
Pero sabes que si pudiera
darte mis alas para volar,
te las daría,
aunque yo,
jamás pudiera volver a volar.
Porque verte volar
es mi debilidad
y saber que vuelas alto
mi locura.
Mas te digo,
cuando siento el batir
de tus alas,
siento también las mías
desplazarse velozmente
para alcanzarte,
para volar contigo,
para sentirme a tu lado.
Pero...son tantas
las veces que me dejas sola
volando en el vacío,
sin saber a donde ir…
y tantas las otras
que inventas historias
para alejarme de ti…
Igual... siempre,
encuentro la manera
de llegar al camino,
porque tengo tatuado a fuego
el mapa hacia tu corazón,
tengo registrados
todos los sonidos
que me conducen a él,
y por si fuera poco,
conozco de memoria
los recovecos
de mis inconsciencias,
las fallas de mis deseos
y las goteras de mi razón.
Por eso...
cuando te encuentro
volando plenamente
y me sonríes, entonces te sigo,
pero si en tu vuelo
veo una mueca de dolor
o de locura,
prefiero huir,
para evitar tu indiferencia,
porque eso es
lo que corta mis alas,
y me impide volar hacia
la eternidad...
Sin pensamientos, agrega el tuyo
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