Ella es suave como la espuma,
fulgura en una playa de estrellas.
Caza por las noches lunas
con las que iluminar sus piernas,
tan delicadas y tibias
que el mar no se atreve a rozarlas
cuando se acerca a la orilla
a peinar sus cabellos de plata.
Y todo en ella es perfume,
claridad y sintonía
y sus canciones son dulces
que alegran un nuevo día.
Entre vainilla y angora
olvido penas y envidias
y renazco de luz en olas
que alumbran un nuevo día.
Un día final
-
Por el piso sus cartas desleídas.
Y unas alas de seda bajo el vidrio
dejan oír en lejana suspicacia
“The Girl Is Mine”
y un Michael aún negro
...
Hace 1 semana
4 pensamientos:
Un poema fresco, como las olas del mar. Un saludo Madelyne.
Gracias por tus palabras,se saborea el salitre veraniego,pronto,prontito.
Un abrazo,Antonio.
que el nuevo día nos llene de libertad
De libertad y de sentimientos nobles y hermosos.Un abrazo,gracias por tu comentario.
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