Imagen tomada de Facebook-
Querido Chile, siento la desesperación, la amargura, tu llanto y por ti mi pena crece. Sabes, no soy chilena y en momentos como estos me considero hermana, amiga. Nunca he vivido o visitado tu suelo, pero tu dolor se hace presente en mí y te siento Chile.
En sueños yo he subido a tus cerros, con mis pies descalzos y desnuda de ropas he bailado tu danza al filo de tus riscos. De tal manera que mis ser se funde contigo y puedo sentir tu fuerza, tu calor, sentir tu tristeza. La tragedia de un terremoto, maremoto, todos los tsunamis juntos han de poner a prueba tu dignidad ante el desastre, la humildad con que recibes y das, sobrevivirás.
Chile, te levantaras de los escombros y has de florecer como el ave fénix.
Desde su centro la madre tierra clama a sus hijos les pide un mejor trato y consideración. Sus hijos nos hemos vueltos sordos y no escuchamos su clamor.
OH Mapuche del alma, tierra amada, limpio suelo, tu dolor es profundo y sangra, sangra. Herida de muerte languidece, vertientes rojas brotan de su cimiente, se rebela nuestra madre, sus venas en ebullición, se abre la tierra,
Acaso no prestaras atención a las señales de nuestra madre tierra, acaso no escuchamos todos el llamado a valorar la vida y hacernos mejores seres humanos.
Nota:
Inspirado en una de las tantas escenas de dolor y desgracia tras terremoto en el 23 de febrero del año 2010. Una mujer llora desconsoladamente a penas unos minutos antes escuchaba la voz de su esposo y su nieto mientras sus cuerpos se deslizaban y pedazos de cemento caían al frente de ella y sus dos amores se perdían derrumbe abajo.
Poesía
Un día como ayer, estoy contigo Chile
Te amare aun después de la muerte…, te amare…
No me dejes amor
No me dejes le gritaba,
mientras la pared se caía en pedazos.
Asidas las manos del uno
con el otro y una balanza de cemento
cayendo al abismo.
Anoche
me decías amémonos amor
sin pausa, sin tregua,
el niño duerme.
Soledad
2 de marzo del 2010
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