Rara vez,
cada vez,
toda vez,
muestras de un tenue atardecer,
manchas borradas al hacer...
mentiras,
palabras mentidas,
cada vez,
toda vez,
no rara vez.
El amanecer de una nueva vida.
-
Era tarde y hacía frío. La habitación casi vacía y yo sentada en la
alfombra. El ventanal desnudo dejaba el reflejo de las luces de los coches
que ...
Hace 1 mes
2 pensamientos:
Es un manifiesto letal, se debe leer muy lentamente para poder apreciar que intrínseco en él está la sentencia dura de un ser que no otorga más que nebulosas y desaciertos.
Interesante forma lírica.
Me encantó, pocas pero exactas palabas. Muy bueno.
Cariños!
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