Seis billones de soles…

Por ahí alguien dijo que somos divinos, que somos el centro del universo, que debemos lograr perfección aunque en estos tiempos el miedo viste de negro porque nos teme, sirve a los semidio$e$ del dinero, igual que mañana pero con más lujuria, hubo un creador, eso dicen ellos, nada de explosión; sobre su reinado se ha construido la historia más sangrienta, con injustificados dolores, penas y rencores, y el don este se ha dado a la tarea de pedirnos cuentas, se puso la bata juzgadora y nos dividió en lenguas y naciones, el decide honores de nuestro pasado y condena sin preguntar nuestros futuros…. Dice él… ¿le cree usted?, solo somos lo más oscuro de seis billones de soles que no brillaron, caímos sin escamas en el mismo maldito océano, evolucionamos y dimos paso al desagraciado ser humano, solo nos formamos, a quien le importa como si nos estamos matando, muchos piensan en amar, liberar almas para sanar angustias, para escaparse un rato del engaño, eso si lo hacemos con otro engaño, de la misma, misma forma y no nos superamos, solo andamos, ¿errando?, como sea desperdiciando años, tiempo y dañando a lo que nos mantiene “humanos”, ¡Claro!... nos mantienen bajo reglamentos, igual que antes nos seguimos juzgando, primero acá, luego allá, la injusticia es la misma, el dolor la yaga que nunca sana, soñamos en elevarnos a un cielo que ideamos, aunque realmente deseamos evitarlo, porque esos soles son nuestros corazones, aun no hemos dado cuenta de que arden, que vivimos el cielo y el infierno al mismo tiempo, sin dio$e$, solo humanos llenos de seises por todos lados.