(a una cantina)
Donde se ve morir a las trémulas copas
Que yacen en los secos labios asesinos;
Los ojos se pierden entre imágenes rotas,
Los latidos se avivan, las bocas tiritan y no callan,
El llanto se mezcla con vino
Y el tiempo a veces vuela y otras se retrasa.
Es la oscuridad que no se quiebra,
Donde el alma vive y el cuerpo muere;
Algunos amores han nacido, mil más han sido ingratos
Y otros tantos han desaparecido
En sus rincones de olvido y desamparo.
Susurro peregrino del vecindario,
Es el edén silencioso entre arrabales, soledad ufana,
Secreto de Dios, donde la suerte vaga
En busca de la embriaguez del artista solitario...
Bajo su calidez cruda, mis manos danzan
Entre versos y botellas que se van de lado;
Mis recuerdos serpentean las mesas,
Todo es páramo y yo, con el corazón en mano,
Siempre altivo, respiro, me levanto y ando...
Reseña de Diario de Pueches por Leandro LLull
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El empalme entre experiencia y escrituraPOR LEANDRO LLULL
Lejos está este diario de ser la contracara de un libro, fuere de la propia
autora (*Puelche...
Hace 1 semana
1 pensamiento:
En la estampa del recuerdo quedan los detalles imperceptibles a otros ojos que no hayan sido los ojos de la experiencia. Bonito homenaje a este lugar descrito.
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