Hay quien se ciega, incluso, con el halo de la luna. Levantan la mirada en la noche y sólo ven como gotas de agua, brillantes, suspendidas en un papel de cartón que todo lo cubre, oscuro, un poco más arriba del espacio que habitan y por el que se mueven.
Y a veces, sólo a veces, sale el sol y alarga su sombra. Una más de sus bombillas vitales.
¿Habéis visto el baile de las luciérnagas en la noche?
Sonreí, pero apenas miró. El miedo es libre y siempre es de noche. Una noche de cartón plagada de gotas de agua que brillan.
Y sé... y sé, que la venganza del amor sólo es un mar de sargazos, y la del deseo... La del deseo es el amor. Ese extraño que comparte mi espacio vital. Todo un exceso.
Tienes nombre de oasis.
Yo he visto llorar las estrellas, al levantar la vista para ver. Otro de mis excesos que no puedo evitar. Tienes nombre de oasis.
Un día final
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Por el piso sus cartas desleídas.
Y unas alas de seda bajo el vidrio
dejan oír en lejana suspicacia
“The Girl Is Mine”
y un Michael aún negro
...
Hace 3 días
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