Búsqueda infructuosa de la felicidad,
fino hilo de luz tenue.
Como un ladrón de poca monta,
sisando con miedo,
quise hacerme la valiente.
Instantes de felicidad,
fulgores de esperanza
basados únicamente
en un elemento turquesa:
tu mirada.
Tus ojos me elevan
hasta el fin de las palabras.
Busco mi ventura en ellos,
robar el gris de su pupila.
Absorber su alma y esencia.
Poder reflejarme dentro
cuando me pienses dormida.
Cegarme con sus destellos,
pues, mi alegría está en tus ojos...
y tus ojos son mi vida.
El amanecer de una nueva vida.
-
Era tarde y hacía frío. La habitación casi vacía y yo sentada en la
alfombra. El ventanal desnudo dejaba el reflejo de las luces de los coches
que ...
Hace 2 semanas
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