No podré verte
No podré hablarte
No estaré mientras el mundo te devora
¿Cuánto habrá que esperar?
Las luciérnagas de las tibiezas
Los rayos de luna manchados de ti
Las gotas de lluvia sobre las ventanas
Transfiguraciones de tu voz de terciopelo
Tus ojos felinos al acecho de mi corazón
Y arrojo mi cuello de ciervo para ser tu alimento
¡Claro que es difícil!
Habrá que construir sobre mi carne de escombros
Con tus semillas limpias y nuevas
Habrá que tener paciencia de montaña
Tenacidad de río manso
Para ver crecer la selva de estos besos
Temo por ti
Yo aprendí a cortarme los intestinos
Coserlos con gruesos cordones
Y manualmente volverlos a encauzar
Tu no
Avísame cuando empiece tu dolor
Para arrojar mi atrevimiento al infierno
Este mismo
De donde no debí salir
1 pensamiento:
Hermoso poema.
Mis felicitaciones.
Un abrazo.
Publicar un comentario