
En el mundo del silencio
el ruido se hace rey,
porque su voz se mantiene
más allá de la sorpresa.
En mi mundo de los sueños,
tu presencia se hace ley
que esclaviza a mi razón.
El deseo, mi deseo,
se hace aliado de tu boca.
Y por eso sólo piensa
en la forma de escapar
de esta fría realidad,
para poder encontrarte...
Bajo el crepúsculo estás,
entre ambas dimensiones,
entre tu vida y la mía.
Y mis ojos ya se cierran,
y mi alma ya se duerme
esperándote encontrar
más allá de lo esperado.
Y siempre allí te encuentro,
aunque allí también te pierdo.
Y es que el mundo cautivado
por las fases de tus ojos
(que hoy están en luna llena)
solo dura el tiempo exacto
para que no sea eterno.
El crepúsculo ha cesado,
me despiertan mis lamentos.
Y la hoja de la espada
que forjamos esta noche
con golpes de gran pasión,
y el fuego de nuestro roce,
ha matado al onanismo
que en mi mente continuaba
después de aquel encuentro.
Fue tan intensa la noche
tan intensa, que quemaba.
Y su calor desecaba
cada una de mis lágrimas,
tan mojadas de inocencia,
hasta quedarse en pitañas.
3 pensamientos:
bueno!!! que noche maravillosa!!!
me encantó la forma de describirla.
un abrazo.
Muy bueno el escrito, la declamación también me agrado, con una buena melodía de fondo... me gusta el ritmo del escrito; orgía de pensamientos, de emociones, una marea de líricas sensaciones... Saludos
Lo leí y escuché en Bohemia, y sólo te digo lo mismo, me voy extasiada.
un beso
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