Seis mil kilómetros para no verla, se escondió detrás de la oscuridad, donde las sombras cobardes la llamaban a pesar de que nunca entran, al oler la soledad se mantiene al margen, cuando penetre la luz la atraparan, la iluminaran, correera sobre océanos furiosos, olvidara todo y no pedirá respuesta a pesar de que el viento desvista su necesidad, a pesar de ello acogerá su corazón, por mas que mire al frente no parecerá que se arrime, ya viajo demasiado, ahora parece mansa, parece que vuela, se deja crecer las arrugas como trofeos, deja ir aquellos dolores que no le pertenecen, dejo brotar las heridas, sus ojos brillaron como lo hicieran el primer día, y recordó su deseo.. que lo abrazarán para siempre, nadie lo había hecho en años.
Sin pensamientos, agrega el tuyo
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